Un nuevo estudio comprobó que los estratos antiguos de hielo en las regiones polares contienen cantidades significativas de partículas de plástico a nanoescala (más pequeñas que un micrómetro), incluidas las originadas por los neumáticos. Los investigadores estiman que las áreas remotas y supuestamente prístinas pueden contener más contaminación por nanopartículas de lo esperado.
Los nanoplásticos pueden causar efectos tóxicos en los organismos, pero dado que son difíciles de medir, el alcance mundial de la contaminación por estas partículas no estaba claro hasta ahora.
Utilizando nuevos métodos de medición, un equipo internacional de científicos identificó estos contaminantes en muestras de hielo de Groenlandia y de la Antártida. Las mismas se obtuvieron, en el primer caso, de núcleos de hielo de 14 metros de profundidad, mientras que en el segundo fue de núcleos de hielo marino. En este estudio participaron investigadores de la Universidad de Utrecht, la Universidad de Copenhague y la Université Libre de Bruselas.
Si bien investigaciones anteriores ya habían sugerido que el viento y las corrientes de agua pueden transportar nanoplásticos a distancias considerables, los investigadores se sorprendieron al encontrar cantidades sustanciales en sus muestras. «Ahora sabemos que los nanoplásticos se transportan a estos rincones de la Tierra en estas cantidades. Esto indica que los nanoplásticos son realmente un problema de contaminación mayor de lo que pensábamos», dijo en un comunicado Dusan Materic, autor principal del estudio. En un estudio anterior, utilizando las mismas técnicas, su equipo identificó estas partículas en muestras de los Alpes.
«Nuestros datos sugieren que la contaminación por nanoplásticos no es un problema nuevo», sostuvo el experto. «Ahora nos estamos dando cuenta de ello, porque recientemente hemos desarrollado el método correcto para medirlo. En el núcleo de Groenlandia, vemos que la contaminación por nanoplásticos ocurre desde la década de 1960. Entonces, los organismos en esa región, y probablemente en todo el mundo, han estado expuestos a ella durante bastante tiempo».
Los investigadores identificaron varios tipos de partículas en el hielo polar. El más destacado fue el polietileno, que representó más de la mitad. Sin embargo, la cantidad parece variar entre las muestras del Norte y del Sur: el hielo de Groenlandia contenía un promedio de 13,2 ng/mL, mientras que el del Mar Antártico contenía 52,3 ng/mL.
Con información de Europa Press
PH: Medio Ambiente en Acción