Desde este 21 de octubre, y hasta el primero de noviembre, la ciudad colombiana de Cali será la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) donde se reúnen 196 países para discutir y proponer soluciones que reviertan la pérdida de los ecosistemas del planeta; un objetivo que plantean cumplir para el 2030.
La ceremonia de inauguración se realizó este domingo en presencia del presidente Gustavo Petro y autoridades del gobierno local. Asimismo, ya se presentaron los expertos encargados de repasar las cifras actuales en términos de degradación de los ambientes y emisiones de gases de efecto invernadero.
Una gran decepción para la COP16
En este contexto, el medio de noticias UOL aseguró que Brasil no expondrá metas ni planes sobre cómo piensa actuar para preservar su biodiversidad. Esta decisión se contradice con la agenda verde que estuvo promoviendo el jefe de gobierno, Luiz Inácio Lula da Silva, durante su campaña electoral, lo que creó descontento y polémica por parte de los ecologistas.
Al respecto, sostienen que si pierde esta oportunidad, su credibilidad también se verá dañada a la hora de solicitarle a las naciones más ricas que paguen por el mantenimiento de sus recursos naturales, tal es el caso de la Amazonía.
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Cabe destacar que el silencioso ingreso de Brasil a escena se da en medio de críticas por la lentitud que está teniendo el gobierno para demarcar las tierras indígenas y limitar la violencia -que viene en aumento desde hace años-.
El país carioca no es el único que no presentará plan de acción, de hecho, sólo 25 naciones de las 170 que se comprometieron a proteger y restaurar el 30 % de sus biomas llegaron a la COP16 con ideas y objetivos claros.