El Volvo Living Seawall consta de 50 baldosas hexagonales con esquinas pequeñas y huecos que están diseñados para imitar la estructura de la raíz de los manglares nativos, un hábitat propicio para la vida marina. Cada baldosa está hecha de concreto de grado marino que ha sido reforzado con fibras plásticas recicladas. El proyecto ofrece una alternativa a los muelles marinos lineales tradicionales, que a menudo están relacionados con la pérdida de los ecosistemas circundantes. Las baldosas de forma irregular están diseñadas para atraer la vida silvestre, como las ostras y los moluscos, que filtran el agua al alimentarse de las partículas que pasan.

Fuente, Intriper.