Un nuevo informe de la Iniciativa Spotlight de la ONU advierte que las tensiones sociales y económicas -intensificadas por la crisis climática- incrementan los casos de violencia contra las mujeres y niñas. En cuanto a las previsiones de cara al futuro, estiman que a finales de siglo uno de cada diez casos de crímenes machistas estarán relacionados al cambio climático, por lo que instan a tomar medidas urgentes de prevención.

El texto explica que las condiciones meteorológicas extremas y la consecuente inseguridad alimentaria y económica, además de los desplazamientos forzados, darían lugar a una escalada en la prevalencia y gravedad de estos casos. De hecho, según sus números, por cada aumento de un 1 °C de la temperatura global, hay un incremento del 4,7 %.

Más allá de la crisis climática

Es en base a esta estadística que pronostican que, en un escenario de 2 °C, al menos 40 millones de mujeres sufrirán violencia en manos de sus parejas. Si la temperatura fuera aún mayor, la cifra podría duplicarse. En cuanto a la actualidad, una de cada tres mujeres padece abusos físicos, sexuales y/o psicológicos a lo largo de su vida. 

Esta no es la primera vez que Spotlight identifica un patrón entre las catástrofes ambientales y las agresiones de género. En el 2023 también presentó un informe donde se vislumbraba que durante ese año -en el que 93,1 millones de personas se vieron afectadas por terremotos y otros fenómenos extremos- unas 423 mujeres padecieron violencia a manos de hombres. Además, un estudio previo ya había detectado un aumento del 28 % de los feminicidios durante las olas de calor. 

¿Qué hay detrás de las víctimas?

El documento hace mención a otras problemáticas asociadas, como los matrimonios infantiles, la trata de personas y la explotación sexual de aquellas que se encuentran en posiciones más vulnerables, sobre todo las migrantes. 

Enfatizan que la crisis climática no afecta de manera equitativa a hombres y mujeres, menos aún si se trata de indígenas, discapacitadas, niñas, ancianas o personas del colectivo LGBTQ+. Todas ellas enfrentan riesgos añadidos, además de un acceso limitado a servicios, refugios y protección.