Pese a que Nikolaj Coster-Waldau se dio a conocer a nivel mundial tras su interpretación de Jaime Lannister en Game of Thrones, el actor se posiciona como un importante activista ambiental que prioriza fomentar la ecología antes que una gran producción en Hollywood.
La vida de Nikolaj Coster-Waldau
Tras el final de la aclamada serie de HBO, el actor decidió combinar proyectos cinematográficos diversos con una vida familiar alejada del circuito hollywoodense y un activismo ambiental sostenido, en busca de un impacto real.
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En lugar de priorizar una participación en grandes producciones, Coster-Waldau participó en películas independientes como The Silencing y Suicide Tourist, que son historias de thriller y ciencia ficción. Además, el intérprete se adentró en el guion y la producción ejecutiva, colaborando con cineastas escandinavos y desarrollando contenidos que indagan en los dilemas morales y las complejidades humanas. Ante esta necesidad de expandirse como narrador, impulsó su rol de activista global.

En 2016, Coster-Waldau demostró su compromiso social al aceptar ser Embajador de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hecho que le dio la posibilidad de recorrer el mundo e involucrarse en causas ambientales.
La vida después de Game of Thrones
Para el actor, haberse criado en un entorno rural en Dinamarca lo ayudó a consolidar una vida abocada a valores como la igualdad y la cercanía con la naturaleza. Esta visión le permitió educar a sus hijas lejos de Hollywood y mantener una rutina ligada al aire libre y la tranquilidad cotidiana.
En la actualidad, Coster-Waldau reparte su tiempo entre compromisos internacionales y su hogar en Dinamarca, donde se refugia en su vida privada y su familia.