Uno de los principales desafíos al momento de llevar adelante proyectos de conservación de especies en peligro es hallar su rastro, ya que al tener pocos ejemplares puede ser muy complicado dar con ellos en distintas ocasiones.
El seguimiento de las especies en peligro
Con el fin de solucionar esta problemática, los técnicos del proyecto europeo de restauración fluvial Life Kantauribai han decido apostar por una novedosa técnica denominada «ADN ambiental», la cual revela si una especie está en una determinada zona a partir del rastro genético que deja cada ejemplar en el agua.
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Life Kantauribai tiene como objetivo dar a conocer el estado de especies que habitan los ríos españoles y que corren el riesgo de desaparecer, como el desmán ibérico, el visón europeo, el mejillón de río o la burtaina.

Según el técnico de Orekan-Gestión Ambiental de Navarra, Pello Isasi, la técnica se basa en el principio de que el río funciona como una suerte de cinta transportadora de las células que desprenden los seres vivos durante la realización de funciones vitales, como excretar, crecer o reproducirse.
El método utilizado
El método consiste en agarrar el agua con unos tachos esterilizados y que, con la ayuda de una bomba peristáltica, la muestra pase a través de unos filtros con poros del tamaño de una célula para que la información del animal quede atrapada.
Según Isasi, intentaron detectar “ese ADN que transporta el río desde tramos que están más arriba de un determinado punto”. Esta técnica da lugar a que puedan evaluar zonas más amplias y reducir el número de personas que participan en las tareas de muestreo. Esto evita perturbar a las propias especies o su medio, lo que supone una ventaja a la hora de conservarlas, ya que se les podrían transmitir enfermedades durante las labores de rastreo.