En un futuro no muy lejano, los hogares podrían usar energía eólica o solar para ya no depender de las compañías de energías convencionales (como las dedicadas a generar electricidad). Esas industrias deberán transformarse en proveedoras de servicios.

Cuando Eneco, una de las principales compañías energéticas en los Países Bajos, probó un prometedor monitor de energía en varias decenas de hogares, el resultado fue terrible. La empresa que fabricaba los dispositivos no entregó suficientes y, de aquellos que sí entregó, algunos no funcionaban.

Sin embargo, cuando Eneco envió a sus empleados a recoger los dispositivos, sucedió algo inesperado: una décima parte de los clientes se negaron a abrir la puerta. Querían conservarlo.

La prueba, que se realizó en 2010, fue una de las acciones que emprendió Eneco para adaptarse a la turbulencia del mercado energético. Desde hace algunos años, la producción de grandes volúmenes de electricidad a partir de energía eólica y solar ha afectado la economía de las plantas eléctricas tradicionales, por lo que se espera que en el mercado del futuro las plantas eléctricas convencionales dejen de abastecer la mayor parte de la electricidad que requieren los hogares.

Eneco ha tratado de ofrecer servicios nuevos a sus clientes a través de algunas adquisiciones, promoviendo el desarrollo de un grupo de empresas emergentes y poniendo en marcha otras iniciativas; al tomar estas medidas incursionó en sectores nuevos, como la carga de vehículos eléctricos y la reparación de páneles solares.

Eneco también lanzó un proyecto inusual llamado CrowdNett, que consiste en pagar a los clientes por parte de su electricidad. La empresa se pone en contacto con personas que ya tienen paneles solares en su casa e intenta venderles una enorme batería doméstica, como un dispositivo Powerwall de Tesla. La electricidad adicional que generan los paneles solares se almacena en la batería y Eneco puede acceder a parte de esa electricidad almacenada para ayudar a mantener el equilibrio en la red eléctrica. Los clientes recibirán 450 euros (que equivalen a 530 dólares) anuales por permitir que se utilicen sus baterías.

Los dirigentes de Eneco reconocen que más bien aplican un método de ensayo y error en vez de seguir un plan maestro. Sin embargo, en algún tiempo, estas acciones pueden ayudar a que la empresa sobreviva, además de contribuir a crear opciones que ayuden a los clientes a cambiar a energía más limpia.

El Toon dio a Eneco la oportunidad de cambiar el rumbo. Estos medidores permiten a los consumidores controlar la configuración de su calefacción doméstica a través de una aplicación para celulares donde pueden observar gráficas que muestran con todo detalle su consumo de electricidad y gas natural, además de otro tipo de información, como el pronóstico del clima.

El Toon forma parte de un contrato de servicios. Los clientes de Eneco pagan 3,50 euros al mes por el medidor; a cambio, afirman que el medidor les ayuda a ahorrar energía, así que les beneficia doblemente porque ahorran dinero y además reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero, que se consideran responsables del cambio climático.

Se han instalado más de 300.000 Toons en hogares holandeses y ha logrado acuerdos para surtir el dispositivo a otras empresas, como Engie en Bélgica y Viesgo en España.  

Quienes contratan el Toon reducen aproximadamente una décima parte de su consumo anual promedio de energía. Podría parecer que una reducción en el consumo de energía no le conviene a Eneco, pero la idea es que cualquier reducción en las utilidades se verá más que compensada con la expansión de su negocio de servicios (la empresa no incluye datos sobre su unidad de servicios en los informes disponibles al público).

A través de los Toons, Eneco ya monitorea el desempeño de calentadores de gas natural y páneles solares, por lo que puede enviar a su personal a realizar reparaciones en cuanto el equipo necesita servicio. Además los dispositivos han ayudado a reducir en un 60 por ciento el número de clientes que abandonan Eneco para contratar a otros proveedores, según datos de la empresa.

Eneco también ha realizado inversiones significativas en energía eólica, en parte para poder garantizar a los clientes que se preocupan por el medioambiente que su energía se produce a partir de fuentes más limpias. Esta estrategia les ha funcionado: la empresa tiene un contrato para abastecer energía limpia durante diez años a un centro de almacenamiento de datos que abrió Google el año pasado en Eemshaven, en la región norte de Países Bajos, y que consume grandes cantidades de electricidad.

Fuente: New York Times