La organización dedicada a la ciencia y la educación publicó en su sitio web un nuevo informe. En él se explica cómo el plástico se ha convertido en un problema de contaminación mundial, pero sobre todo en los países en desarrollo de Asia y África.
El documento detalla que la situación es de las más apremiantes a nivel ambiental debido a que los productos elaborados con este material sobrepasan la capacidad que la humanidad tiene para hacerse cargo de ellos. La dificultad se vuelve aún más visible en aquellas naciones cuyos sistemas de recolección de basura son ineficaces o inexistentes.
Señalan que la omnipresencia de los plásticos es tal, que la Organización de las Naciones Unidas se ha visto obligada a redoblar los esfuerzos para redactar un tratado vinculante a nivel planetario.
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La situación del plástico
El plástico prometía transformar la industria, y su producción y desarrollo se aceleraron durante la Segunda Guerra Mundial. Al tratarse de un material ligero y duradero le encontraron espacio en prácticamente cualquier área, desde los juguetes hasta la medicina.
Sobre esta última práctica, la revolucionaron con dispositivos que salvaron cientos de vidas. Además se asociaron cada vez más a la cultura del “usar y tirar” que hoy sigue vigente; tanto es así que, según National Geographic, los plásticos de un sólo uso representan el 40 % del total que se produce cada año.
Muchos de estos productos están destinados a durar horas o hasta minutos y, sin embargo, pueden persistir en el ambiente y el medio marino durante siglos.

Puntos destacados
Algunos de los datos más relevante que proporcionó el documento sostienen que se espera que la producción de plástico se duplique para el 2050; que se trata de productos cargados de sustancias químicas persistentes, resistentes y flexibles que pueden ocasionar daños a la salud; y que la mitad de todos los plásticos se han fabricado en los últimos 20 años.
El informe hace especial énfasis en las consecuencias que tiene su presencia en los ecosistemas marinos, donde se calcula que unos ocho millones de residuos terminan varados cada año. Gran parte de esta basura termina siendo atrapada por las corrientes oceánicas y trasladada a todas partes del mundo.
Del mismo modo, los animales costeros terminan siendo víctimas al ingerirlo confundiéndolo con alimento. Aunque no son los únicos: el plástico que se degrada por causa del viento, el calor y las olas se convierte en microplástico y se encuentra presente en casi todo, incluso en las frutas y verduras que consumimos los humanos.
La nota concluye que casi 700 especies, incluidas algunas en peligro de extinción, se han visto afectadas por el plástico.