Se trata de uno de los dos elefantes cautivos que quedan en el Ecoparque de Mendoza, y su nuevo hogar será el Santuario de Elefantes de Mato Grosso, un espacio de más de 1.500 hectáreas dedicado exclusivamente a estos animales.
El proceso que atravesó la elefanta Kenya
Según explica el gobierno de Mendoza, se trató de un largo proceso de entrenamiento, cuidados y evaluaciones sanitarias, los cuales comenzaron en 2017. El objetivo era adaptarla a la caja en la que debe viajar, ya que la intención es que no suponga un estrés para ella porque no viajará sedada durante los cinco días que durará el traslado.
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Según explican, “las tareas de entrenamiento fueron lideradas por la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque, con la colaboración del Santuario de Elefantes de Brasil y la Fundación Franz Weber”, y “se utilizó el método de condicionamiento operante con refuerzo positivo, asegurando que el proceso respete la voluntad del animal”.
El destino del ejemplar
Su entrenador, Marcos Flores, contó que durante estos siete años “se trabajó con paciencia, cariño y mucho respeto” y que Kenya “ha sido muy amable y proactiva con todo el proceso”. Además, sostienen que en el santuario podrá socializar con otros elefantes y vivir en condiciones más parecidas a su entorno natural, con matorrales y áreas abiertas de hasta 400 hectáreas.
En cuanto al traslado, explican que “recorrerá 3.600 kilómetros en un contenedor especialmente diseñado para elefantes, en cumplimiento con las normativas internacionales CITES, que dan pautas estrictas para el transporte de animales vivos”.