Un nuevo acuerdo, firmado el 11 abril de este año, está por entrar en vigor. Se trata de un sistema de precios de carbono pionero en el sector marítimo que forma parte de los esfuerzos por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y llegar a la neutralidad.
Los detalles del acuerdo
Aunque es un tratado que compromete a todo el globo, no todos los países han comenzado a aplicarlo; esto se debe a que será obligatorio a partir de 2028, cuando la Organización Marítima Internacional implemente un gravamen sobre la contaminación de los barcos de más de 5.000 toneladas brutas.
Si bien se trata de un paso crucial para el cumplimiento de los objetivos de cero emisiones netas para el 2050, lo cierto es que la comunidad científica se muestra escéptica. Explican que la medida llega algo tarde y que podría no ser suficiente para las metas climáticas a largo plazo.
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Sin embargo, destacan que sí es un paso ambicioso si se lo compara con el sector aéreo que aún no planteó un tratado vinculante que los obligue a adoptar de manera obligatoria un sistema de precios. En principio, el acuerdo promete reducir la intensidad del combustible en un 4 % en los próximos cuatro años, en comparación con el 2008. Este porcentaje planea escalar al 30 % para 2035.
Los incumplimientos en el transporte marítimo
Además, detallan que las naves que no puedan cumplir deberán pagar una multa por cada tonelada que supere los límites establecidos, y que -por el contrario- se recompensará a quienes sí lo hagan.
Otro temor que surge de esta medida es que se recurra a la utilización de biocombustibles para cumplir en el corto plazo, lo que podría aumentar la deforestación en pos de su producción.