La Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye), sindicato que representa a los trabajadores que se desempeñan en el rubro de la nucleoeléctrica, le enviaron una carta al ministro de Economía Luis Caputo, en la que muestran su preocupación por la incorporación de personal poco experimentado en su sector.

El malestar de los trabajadores

Los trabajadores alegan que estos nuevos empleados del directorio de la compañía personal de la NA-SA, ingresan en un momento donde se está evaluando la factibilidad de postergar el proyecto de extensión de vida de la Atucha I, la central nuclear más importante del país.

Esta polémica comenzó el 22 de abril cuando el gobierno actual designó como presidente a Luis Fusanella, ingeniero especializado en energías renovables proveniente de Corporación América, y como vice a Julián Gadano, un sociólogo que por su propia formación no es un conocedor profundo de los aspectos técnicos de la actividad, aunque durante casi cuatro años se desempeñó como director de la Autoridad Regulatoria Nuclear durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El destino de Atucha I

En los próximos meses deberá decidir si finalmente se saca de servicio Atucha I para avanzar con el proyecto de renovación de su vida útil o posterga esa decisión para tener más energía en el verano. Frente a este debate, Apuaye señala que “la central debería parar a fines de septiembre para dar comienzo con las obras que llevarán dos años de trabajo”.

Por su parte, el grupo de especialistas señala los beneficios económicos y estratégicos de ese proyecto, entre los cuales incluyen la posibilidad de extender la operación por más de 20 años, además de mantener la potencia instalada nuclear y el nivel de diversificación de la matriz y conservar los conocimientos nacionales sobre la tecnología de uranio y agua pesada.