El país asiatico emitió su alerta de nivel más alto tras el impacto de uno de los tifones más fuertes en décadas. El fenómeno azotó la región suroeste dejando un saldo de al menos cuatro muertos y más de 90 heridos, junto con cientos de miles de personas sin electricidad.

Los destrozos provocados por el tifón

Tras su paso, el gobierno nipón instó a los residentes a tomar medidas para salvar sus vidas. Éstas incluyen trasladarse a un lugar seguro o buscar refugio en las partes más altas de sus viviendas. En otras regiones, se aconsejó a los ciudadanos evacuar de forma inmediata.

Una vez en tierra, el evento se debilitó a una tormenta tropical severa, pero continuó su avance hacia el noreste, trayendo consigo lluvias torrenciales y causando graves interrupciones en los servicios de transporte.

La crisis provocada en Japón

El tifón destrozó ventanas y edificios, arrancó árboles y volcó autos. Entre los decesos, se sabe que tres personas eran de la misma familia y que fueron víctimas de un deslizamiento de tierra en la región central de Japón, mientras que un hombre de 80 años, perdió su vida tras la caída del techo de su hogar.