Durante las últimas semanas, distintos países de América del Sur se encuentran atravesando severos incendios forestales, con graves consecuencias locales y regionales.
El estado del fuego en los países
Actualmente, Perú tiene más de 90 incendios activos, y se registran al menos 10 fallecidos y más de tres mil hectáreas consumidas, según el reporte más reciente del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional del Instituto Nacional de Defensa Civil.
Debido a esta emergencia ambiental y social, tanto instituciones peruanas -por ejemplo, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor)– como internacionales monitorean en tiempo real el avance de los fuegos. Tal es el caso de la NASA.
Desde distintos sectores se solicita al gobierno que declare la emergencia nacional, pero las autoridades afirman que tienen controlada la situación y que contuvieron el 60 % de los incendios.
Sin embargo, el cuerpo de bomberos denuncia la falta de equipos y formación que recibe el personal. El comandante Aryf Torres solicitó públicamente que las autoridades “reconozcan la seriedad de la situación y se comprometan a mejorar su preparación y equipamiento”. Además, denunció la falta de logística, por lo que insta a tomar medidas urgentes ya que de lo contrario “la situación podría empeorar considerablemente”.
La situación en Colombia
Por su parte, Colombia está en alerta por 17 incendios forestales. En este contexto, el río Amazonas registra los niveles más bajos por la falta de lluvias, y las autoridades asisten a las comunidades indígenas.
Por esta situación, el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Galán, informó que la escasez de agua podría derivar en un aumento en las facturas de este servicio, y que podrían intensificarse los racionamientos ante la ausencia de lluvias, pero buscó transmitir tranquilidad al aclarar que el incendio en la zona está controlado, aunque se afectaron 37 hectáreas.
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El caso de Brasil
En cuanto a Brasil, se encuentra sumergida en la peor sequía de su historia, por lo que las llamas continúan propagándose con facilidad y pusieron en alerta a ciudades como San Pablo y Río de Janeiro. Hasta el 12 de septiembre había más de 49 mil incendios, lo que supera los datos para el mismo mes en 2023.
Según afirman las autoridades, esta triste situación se encuentra ligada a la actividad agrícola, siendo en su mayor parte de origen ilícito por lo que instan a la población a denunciar a los responsables. También afirmaron que reforzarán las sanciones.
En cuanto a su impacto ambiental, desde el observatorio europeo Copernicus explicaron que el país lleva emitidas cerca de 4 millones de toneladas de dióxido de carbono, y el humo afecta a Uruguay y a Argentina.