Pese a que la agricultura es crucial para garantizar la seguridad alimentaria mundial, lo cierto es que también juega un rol clave en la escasez del recurso hídrico. Esto se debe a que representa el 72 % de todas las extracciones de agua.
Este no es un dato menor considerando que un 40 % de la población global actual enfrenta problemas para acceder a este elemento vital. Es así que la producción agrícola es una solución, un problema y una víctima al mismo tiempo.
Los números
En cuanto a los cultivos más demandantes, en primer lugar se encuentra el arroz, del que el año pasado se produjeron más de 500 millones de toneladas métricas; y, según calcula la Water Footprint Network, consume una media de 1.144 litros de agua por cada kilogramo, aunque esto depende también del tipo de suelo y clima. La mayor industria de este cereal se encuentra en India y China, donde es considerado como base de la dieta.
En el segundo puesto está la caña de azúcar, cuya huella hídrica global se calcula en 1.280 litros por cada kilogramo de producción. Los mayores consumidores se encuentran en el territorio americano, donde se generan más 900 millones de toneladas métricas, sobre todo en Brasil. En este país existe una gran industria de etanol, un biocombustible hecho a base de esta planta.
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La soja ocupa la tercera posición al tratarse de una semilla muy versátil y utilizada masivamente. La misma sirve para fabricar pienso para animales, crear combustible ecológico y preparar comida humana. Brasil continúa siendo el principal productor del planeta, con más de 43 millones de hectáreas destinadas a este fin. En cuanto a su huella hídrica media, esta es de 1.600 litros por kilogramo; aunque si se usa para biodiesel se calcula en 11.400 litros de agua por uno de combustible.
Otro cultivo que ama el agua
En el último lugar de este ranking está el algodón que, si bien no es un alimento como tal, es un cultivo conocido por las afectaciones que causó a las comunidades de Karauzyak (al oeste de Uzbekistán). En el 2024 se confirmó que la excesiva extracción de agua de los afluentes próximos, para la producción algodonera, terminaron por secar la región.
La huella hídrica del tejido varía de un lugar a otro. Por ejemplo, los cálculos de la Water Footprint Network señalan que el tejido fabricado con algodón procedente de China es de 6.000 litros por kilogramo, mientras que para el algodón de EE.UU. es de 8.100 litros por kilogramos. Aquel producido en la India es el más alto, llegando a 22.500 litros por kilogramo.
Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostienen que esta información no debe ser utilizada para demonizar a los cultivos, pero sí para tomar conciencia y ser más responsables. Explican que como consumidores tenemos un poder significativo a la hora de elegir los productos que compramos y no desperdiciarlos.