Los buques de carga que trasladan soja y maíz zarpan con menos cantidades de los mismos, debido a que el Río Paraná se encuentra en su nivel mínimo histórico por una intensa sequía en Brasil, lo que dificulta la actividad y retrasa los tiempos de operación.

La importancia del Río Paraná

En la actualidad, este afluente representa la vía de salida para cerca del 80% de las exportaciones agrícolas de Argentina. Según los datos de la  Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el Paraná se encuentra en su segundo nivel más bajo para esta época del año desde 1970, superando sólo la grave bajante de 2021.

Esta disminución del nivel del agua del afluente muestra el aumento de los patrones climáticos extremos, relacionados con el cambio climático, y cómo los mismos perjudican al comercio en las vías fluviales de esta importante región productora de granos y metales a nivel mundial.

Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM) de Rosario, señaló que están cargando aproximadamente un 15 % menos de lo que se podría en condiciones normales.

Una problemática que se extiende

Sin embargo, no se trata del único río afectado por la situación en nuestro país vecino. Allí, la sequía impactó en las vías fluviales de la Amazonía, lo que provocó que otros importantes ríos de Sudamérica alcancen niveles récord de descenso en las últimas semanas.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario emitió un informe en donde indican que no se espera una mejora en el nivel del agua en el corto plazo, y que por lo tanto, se necesitarán decenas de barcos más de lo normal en lo que resta del año para transportar soja, maíz y trigo.