La agencia de noticias EFE enumeró recientemente algunas de las catástrofes ambientales más importantes que ha sufrido la región tras dos años de conflicto bélico.
En su informe menciona una larga lista de eventos relacionados a las hostilidades entre países, y los mismos podrían demorar décadas en recuperarse.
Las principales consecuencias ambientales
Según sus registros, fue la explosión de la presa Kajovka el “peor crimen ecológico” del 2023. Explican que el ataque a la estructura, que era clave para regular el flujo de agua y garantizar su irrigación a gran parte del país, asoló decenas de miles de hectáreas en la región sur.
En aquel entonces, el propio Ministerio para el Ambiente de Ucrania había denunciado el vertimiento al río Dniéper de unas 150 toneladas de aceite de motor. El mismo continúa contaminando el tramo final del curso de agua y su desembocadura al Mar Negro.
Por otra parte, EFE no evitó mencionar la mortandad de animales por causa de los anegamientos y la toxicidad de los vertidos.

La excepción
Sin embargo, destacan que la catástrofe también derivó en el surgimiento de nuevos bosques de sauces. De hecho, según información obtenida por sensores remotos, este espacio cubre cerca del 43 % de un antiguo reservorio de la misma especie. El terreno hoy es ocupado por Rusia.
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En la misma región donde se ubicaba la hidroeléctrica hay dos parques naturales que se vieron gravemente afectados por la guerra. Las tropas rusas dejaron un camino de minas explosivas que ponen en riesgo a los animales. En medio de la ocupación se cortaron numerosos árboles y se modificó el entorno natural con la construcción de fortines. Sumado a eso, también dejaron basura, combustible y otros contaminantes.
En sus conclusiones, la agencia EFE afirmó temer por el agravamiento de esta situación debido a la persistente hostilidad entre los países.