Un estudio publicado en el sitio especializado Frontiers in Marine Science indicó que la pesca de arrastre es responsable de emitir hasta 370 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. Dicha actividad tiene consecuencias destructivas para la vida marina y el clima.
Los autores de este estudio analizaron la pesca de arrastre entre 1996 y 2020, en donde descubrieron que se liberaron 0,97 partes por millón de CO2 a la atmósfera. Y si esta tendencia continúa, predicen que para 2030 podrían agregarse entre 0,2 y 0,5 ppm.
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La búsqueda de nuevas politicas
Con el objetivo de combatir esta problemática, a finales de 2022 la Unión Europea anunció su plan de prohibir la pesca de arrastre en 87 áreas marinas del Atlántico para el año 2030, con el fin de preservar la vida marina.
La reducción de areas
Desde el año 2016, la pesca de arrastre está prohibida en la UE en aguas con profundidades superiores a los 800 metros. Además, la normativa ya se implementó en diversas áreas del Atlántico Noreste, como es el caso de Islandia.