Un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances se encargó de formar un grupo de más de 100.000 voluntarios para analizar más de 1,8 millones de residuos plásticos. Es así que descubrieron cómo 56 empresas eran responsables de más del 50% de los desechos de este tipo a nivel mundial.

El caso más impactante fue el de la multinacional Coca-Cola, que es culpable del 11% de la contaminación plástica global. 

Las empresas involucradas

Con el fin de recopilar estos datos, los voluntarios de diversas partes del mundo llevaron a cabo “auditorías”, explorando playas, parques, ríos y otros entornos en busca de residuos plásticos.

De los 1,8 millones de artículos de plástico examinados, cerca de 910.000 presentaban marcas identificables. Las más sonadas, detrás de la famosa compañía de bebidas, eran PepsiCo, Nestlé y Danone.

Por su parte, los expertos advirtieron que los “plásticos circulares”, el reciclaje avanzado y la gestión de residuos pueden resolver el problema sin necesidad de limitar la producción.

El informe demuestra de forma irrefutable el papel de las grandes corporaciones en perpetuar la contaminación mundial de plástico
El informe demuestra de forma irrefutable el papel de las grandes corporaciones en perpetuar la contaminación mundial de plástico

Las distintas soluciones

La propia Coca-Cola Company hizo referencia a la iniciativa de la empresa “Un Mundo sin Residuos”, destacando su objetivo de que el 100% de los envases sean reciclables a nivel mundial para el año 2025, y de utilizar al menos un 50% de material reciclado en sus envases para 2030. También, destacó la necesidad de una colaboración, reconociendo que se requiere un esfuerzo conjunto para alcanzar estas metas.

En ese sentido, el investigador principal del estudio, Win Cowger -del Instituto Moore de Investigación sobre la Contaminación Plástica-, destacó que no hay soluciones simples y que se trata de “desafío monumental que enfrentamos”.

La actualidad del plástico

Hoy en día las multinacionales generan más de 400 millones de toneladas métricas de plástico. Por lo general, este material acaba en ríos y playas, bloqueando cursos de agua o formando grandes remolinos en el océano.