Miles de estos animales han sido transportados desde su desecado hábitat en el norte de Sudáfrica en un desesperado intento por salvarlos. Se trata de alrededor de 2.000 pequeños flamencos que fueron rescatados después de que sus padres los abandonaran tras una caída significativa en los niveles de agua de la represa provocada por la sequía en la zona. La Fundación Sudafricana para la Conservación de Aves Costeras (SANCCOB), una de las organizaciones que cuida a los polluelos, ha solicitado donaciones de alimentos y efectivo, y voluntarios para alimentar a las aves afectadas.
Fuente, CNN.