Un grupo de expertos consultados por el medio Daily Mail advirtió que la producción y el uso de teléfonos inteligentes pudieron haber contribuido a los mortíferos huracanes que azotaron las costas estadounidenses este año.
El problema con los teléfonos inteligentes
Desde la consultora RKS Desing indicaron que «cada etapa de la producción de un teléfono móvil implica un importante consumo de energía y contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez agravan los fenómenos meteorológicos extremos».
En ese sentido, alertan que con los próximos avances tecnológicos en materia de telefonía celular se sobrecargarán más los centros de datos, y por lo tanto, se requerirá una cantidad considerable de electricidad. Estas fuentes de energías, no son renovables por lo que se verán cambios climáticos más pronunciados en los próximos años.
Según los datos más recientes, se consumen alrededor de 70 kilos de recursos naturales, de los cuales su extracción y procesamiento se considera una de las mayores fuentes de emisiones de carbono a escala mundial.
Los recientes huracanes en Estados Unidos
Para los expertos, todo esto se relaciona con la peligrosa situación ambiental que atraviesan distintas partes del globo en materia de fenómenos meteorológicos. Recientemente, las costas del sureste de EE.UU. se vieron azotadas por fuertes huracanes. El pasado septiembre el huracán Helene se convirtió en la tercera tormenta más mortífera del país de los últimos 55 años, dejando más de 160 muertos. Sólo unas semanas después, el huracán Milton azotó a las costas del estado de Florida, y dejó a unas 2,6 millones de personas sin electricidad y al menos 32 fallecidos.