En virtud de la ley de Cambio Climático, Reino Unido se ha comprometido a que en 2050 las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero sean un 80 por ciento inferiores a los niveles de 1990, por lo que debe presentar propuestas sobre cómo pretende alcanzar sus objetivos climáticos.

El año pasado, el Gobierno lanzó la denominada Estrategia de Crecimiento Limpio sobre inversiones en investigación e innovación para reducir las emisiones, aunque los asesores consideraron que no es suficiente.

El plan que cubre el periodo 2023-2027 requiere un recorte de emisiones del 51 por ciento en 2025 sobre los niveles de 1990.

La Estrategia de Crecimiento Limpio recoge que el gobierno invertiría 100 millones de libras en la captura de carbono.

Fuente: hemisferios.info/ Reuters