Un grupo independiente de investigación ambiental busca ampliar los conocimientos respecto al estado de las vías fluviales en el país; para hacerlo cuenta con el apoyo de la población civil que se encargará de tomar datos que permitirán realizar un monitoreo general de sus ríos. 

Investigaciones previas

El estudio busca detectar contaminantes como nitratos y fosfatos, entre otras sustancias químicas. Esta no es la primera vez que se realiza un censo de estas características; de hecho, en 2024 más de 7.000 personas participaron de jornadas de análisis de la mano de la ONG Earthwatch Europe

En aquel entonces la investigación utilizó equipos estandarizados proporcionados por el Imperial College de Londres con el que se recopilaron datos de casi 4.000 puntos de agua dulce en toda la región. Esta información sirvió para determinar cuánto contribuye la escorrentía agrícola a la crisis ambiental. 

Un nuevo análisis sobre los ríos

Tras esta primera experiencia se comprobó que la ciudadanía era una fuente sólida y cada vez más confiable para proporcionar datos, por lo que se planteó este nuevo proyecto que finalizará en abril. Con él pretenden ampliar las pruebas y detectar nuevos productos, como antibióticos y analgésicos. 

Explican que la denominada “ciencia ciudadana” se está volviendo cada vez más popular, sobre todo en los países en vías de desarrollo que no poseen los ingresos suficientes para hacer esta clase de estudios. Por otro lado, es una forma de educar a los pobladores sobre los recursos naturales y su cuidado. 

Por su parte, las autoridades de Reino Unido aseguran que esta información servirá para publicar un nuevo documento de público acceso que permita generar nuevas normativas en torno al mantenimiento de los ríos.