Son nubes brillantes que se ven sólo en las noches de verano y se las conoce como “nocti-lucentes” por ese motivo. Según un nuevo estudio, se están volviendo cada vez más visibles por el cambio climático causado por la actividad humana.

La nubes noctilucentes se forman a una altura aproximada de 80 km sobre la superficie terrestre, en la mesósfera, la parte de la atmósfera más allá de la estratósfera.

Estas nubes brillantes son las más altas en la atmósfera y se forman cuando el vapor de agua se congela alrededor de partículas de polvo de meteoros entrantes.

Fueron observadas por primera vez en 1885, luego de la erupción del volcán Krakatoa en Indonesia, que lanzó cantidades masivas de vapor de agua. Los registros se volvieron más comunes a lo largo del siglo XX.

El vapor de agua en la mesósfera proviene de dos fuentes: el que sube desde la superficie terrestre, y el metano, un potente gas de efecto invernadero que produce vapor de agua a través de reacciones químicas en esa capa de la atmósfera.
Según el estudio, el aumento en las emisiones de metano incrementó las concentraciones de vapor de agua en la mesósfera en un 40% desde fines del siglo XIX.
Las mayores cantidades de vapor de agua permite la formación de cristales de hielo más grandes, que tornan las nubes más visibles. Esto es un indicador de que el cambio climático está afectando a la mesósfera.

Fuente: BBC