El cauce de agua más representativo de Norteamérica, por el que se transporta el 92 % de todas las exportaciones agrícolas del país -y el 78 % de las exportaciones mundiales de cereales-, se encuentra enfrentando una crisis hídrica de gran magnitud. Los expertos aseguran que lo que está afectando al Río Misisipi es la influencia del cambio climático.

Las precuelas

En los últimos dos años la sequía ha obligado a las autoridades a dragar los sedimentos para mantener navegable a esta vía. Pese a los esfuerzos, la Quinta Evaluación Nacional del Clima indica que es casi imposible que en la próxima década los poblados circundantes -y la nación en sí- no enfrenten consecuencias económicas por esta problemática. 

Explican que sólo un descenso de 30 centímetros en el nivel del agua bastaría para recortar el remolque de al menos 15 barcazas. Esta noticia no sólo es mala para Estados Unidos. Varios países como China, Japón e Indonesia dependen de la soja que les brinda dicho Estado.

La importancia del Río Misisipi

Detallan que sólo en el 2022 la merma en sus aguas implicó pérdidas comerciales valoradas en 20.000 millones de dólares. Explican que de seguir así esto podría representar un aumento en los costes ambientales del transporte masivo de mercancías dado que, según un estudio de ese mismo año, la huella de carbono del transporte por barcaza es una novena parte del transporte por camión y la mitad de la del ferrocarril. 

En ese sentido, los especialistas aseguran que el Río Misisipi es una piedra angular para el ambiente, dado que brinda soluciones al 40 % del territorio estadounidense. Del mismo modo, miles de peces dependen de las llanuras aluviales a lo largo del cauce.