La Universidad de Washington en Estados Unidos lanzó un comunicado en el que advierte que miles de araos comunes, una especie de ave que habita el mar adentro durante su período no reproductivo, han fallecido desde hace una década.
Explican que sólo entre 2015 y 2016 se contabilizaron 62.000 muertes, y fue 2020 el año en el que se notificaron más decesos. Si bien en un principio se creía que la causas estaban relacionadas a la inanición, un nuevo estudio demuestra que ese no es más que un síntoma del verdadero problema: las temperaturas extremas.
La muerte masiva de las aves marinas
Detallan que desde finales del 2014 una ola de calor llamada “the blob” se estacionó en el noreste del océano Pacífico, esta inusual situación derivó en una reducción de las poblaciones de fitoplancton, lo que provocó la muerte de varios de sus depredadores.
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Gracias a un estudio -con el que buscaban medir el impacto de este fenómeno meteorológico- es que descubrieron que las poblaciones de araos comunes disminuyeron de 8 a 4 millones de especímenes desde aquel episodio en el golfo de Alaska. Por otra parte, se registró una pérdida aún mayor (75 %) en las poblaciones del mar de Bering oriental.
Una caída histórica de la vida silvestre
Ante estos descubrimientos los expertos aseguraron que se trata de la mayor muerte de vida silvestre que se ha reportado en la era moderna, incluso superior al evento de 1989, cuando un derrame de petróleo también atentó contra estos vertebrados.
La preocupación se intensifica dado que los números de recuperación de los últimos años no son buenos, pese a que ha pasado un tiempo considerable desde que ocurrió la ola de calor. Explican que para salvarse, estas aves necesitan ver mejoradas sus condiciones de alimentación.