La empresa Prodesur, que en el 2024 debió pagar una multa multimillonaria por pescar ilegalmente en aguas argentinas con su buque Tai An, reclamó permisos para continuar con sus labores. Cabe destacar que la merluza negra, especie con la que pretenden trabajar, se encuentra protegida por un sistema de cuotas hasta el 2029.

Liu Zhijiang, dueño de la compañía, ya había intentado en otras oportunidades la concesión de 700 toneladas; sin embargo, no tuvo éxito. De hecho, los pedidos anteriores dieron pie a denuncias por coimas, presuntamente exigidas desde el Consejo Federal de Pesca.   

Las leyes que protegen a la merluza negra

Si bien existe un nuevo reclamo, fuentes del sector aseguran que Prodesur perdió su oportunidad luego de hacer uso de la posibilidad de transferencia, que establece para ciertas especies un sistema de “Cuotas Individuales Transferibles de Captura”. 

Por otra parte, diversos movimientos sociales y ambientalistas también pujan para impedir su actividad. Detallan que los informes publicados durante 2024 por observadores científicos aseguran que el accionar de la firma ya produjo daños irremediables en los ecosistemas marinos patagónicos al violar en forma deliberada y alevosa la Ley Federal de Pesca. 

Merluza negra del Atlántico Sur.
Merluza negra del Atlántico Sur.

Los detalles de la investigación

Aunque las autoridades aseguraron que la captura de especímenes juveniles había sido “incidental”, los informes técnicos desmintieron la falta de intencionalidad. Explican que los trabajos realizados en aquel entonces se dieron con redes de arrastre colocadas a una profundidad inferior a los 800 metros, algo que está prohibido por tratarse de una zona de desove. 

La merluza negra es una de las especies más valiosas del país, puede superar los dos metros de longitud y los 100 kilogramos de peso. Dado el gran valor comercial que tiene, Argentina debió imponer restricciones para impedir su depredación excesiva.