Kristin Laidre, bióloga marina del Centro de Ciencias Polares de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, sostiene que, si la tasa de pérdida y el calentamiento del hielo marino continúa sin mitigarse, lo que sucederá con el hábitat del oso polar superará todo lo documentado en el último millón de años. El ritmo extremadamente rápido de este cambio hace casi imposible usar la historia para predecir el futuro.
Los osos polares necesitan hielo marino para sobrevivir porque es una plataforma esencial para la caza de focas, su principal fuente de alimento, y para alimentarse de ballenas muertas, acción que llevan ocasionalmente. Cuando el hielo se rompe a fines de la primavera, algunas poblaciones ayunan en tierra, esperando que se forme nuevamente para poder reanudar la caza.
Sin embargo, su alimento está disminuyendo al igual que el espacio del que disponen para cazar y descansar, esto los afecta directamente y preocupa a los investigadores.
Fuente, Ecoticias.