Una persona muere por inanición en el mundo cada cuatro segundos, así lo denunciaron más de 200 organizaciones, que piden que los líderes políticos de todo el planeta actúen para detener esta crisis.

«Las organizaciones procedentes de 75 países firmaron una carta abierta para expresar su indignación ante la explosión del número de personas que padecen hambre, y para hacer recomendaciones.

En ese sentido, detallaron que «345 millones de personas sufren hambre aguda, una cifra que se ha multiplicado por más de dos desde 2019.

También expresaron que «Es inadmisible que con toda la tecnología agrícola» disponible actualmente «estemos hablando aún de hambre en el siglo XXI».

La carta abierta fue publicada con motivo del inicio de la reunión anual de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde un gran número de dirigentes y de representantes de la sociedad civil se encontrarán hasta el 26 de septiembre, en lo que se considera la cita diplomática más importante del mundo.

¿Cómo afecta la crisis alimentaria a América Latina?

Según los datos del Programa Mundial de Alimentos, una agencia de la ONU, de los 2300 millones de personas que se van a dormir cada noche con hambre o sin la suficiente cantidad de alimentos para desarrollar su vida de manera normal, el 11% se encuentra en América Latina y el Caribe.

Esta situación ocurre después de que, a finales de 2021, la región mostrara signos de recuperación tras el primer impacto del COVID-19, y el número de personas en situación de inseguridad alimentaria severa se había reducido para entonces a 8,3 millones en la región, frente a los 17,2 millones del momento álgido de la pandemia.

“El efecto dominó de los múltiples fenómenos climáticos, unido a la pandemia en curso y a la crisis alimentaria, energética y financiera vinculada a Ucrania, deja, hoy en día, a unos 9,7 millones de personas con necesidad urgente de ayuda alimentaria.

Según las previsiones, si no se actúa ahora, es probable que en los próximos meses se eleve a unos 13,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave en los 13 países que nuclea el Organismo de la ONU.

Para el Programa Mundial de Alimentos, la principal preocupación es el hecho de que millones de personas no pueden acceder a una cesta de alimentos adecuada. Por ejemplo, sólo en los últimos meses, el coste de una tonelada métrica (de productos alimentarios), ha aumentado un 54% en la región.

La canasta básica de alimentos es ahora considerablemente más cara, dejando a muchos sin poder asegurar su ingesta diaria. La inflación de los alimentos en la región oscila ahora entre el 11% y un asombroso 26,6% en algunos países, como es el caso de Haití.

A medida que los costes del combustible a nivel mundial siguen aumentando, el impacto en toda la región es evidente. Por ejemplo, el precio del transporte de una tonelada de alimentos se ha multiplicado por siete en los últimos dos años. Esto está afectando especialmente a los pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe.

Según la ONU, de las 69 economías con grave exposición a las crisis alimentarias, energéticas y financieras, 19 se encuentran en la región de América Latina y el Caribe.

Las encuestas llevadas a cabo por el Programa Mundial de Alimentos en los países en los que tiene presencia muestran que, en promedio, el 15% de las personas en la región expresaron su deseo de migrar, un aumento del 4% desde el año pasado. En el caso de Centroamérica, esa cifra es mucho mayor, un 43%.