La Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, en Paraguay, constituye uno de los focos de mayor biodiversidad del planeta, además, es de las pocas áreas protegidas de especies endémicas o amenazadas como el yaguareté, el puma o el tapir amazónico, y está declarada por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera.

 

Su programa estrella es el Centro Educativo Mbaracayú (CEM), puesto en marcha en 2009, y al que asisten, becadas, mujeres jóvenes de la región para que cursen un bachillerato técnico en ciencias ambientales. Se trata de un centro educativo que destaca por su multiculturalidad ya que asisten indígenas Guaraníes y Aché. Esta última la única comunidad indígena a la que se ha reconocido el derecho de utilizar la Reserva como lugar de recolección de frutas y cacería de animales con armas tradicionales.

 

Este proyecto nace de la necesidad de cuidar el ambiente, y de educar a mujeres y niñas de la zona, ya que por lo general su posibilidad a acceder a la educación es muy baja.

 

Fuente, ABC.