Amélie Oudéa-Castéra, jefa del Ministerio de Deportes del país, decidió bañarse en las aguas del Sena a tan sólo dos semanas del inicio de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París. Estos hechos ocurrieron durante el fin de semana, y desde entonces ha crecido el debate.
¿Qué sucede con el Sena?
La polémica alrededor del afluente comenzó cuando se anunció que allí se realizarán las pruebas de natación y el triatlón. Las disputas se relacionan con la calidad del agua dado que viene presentando malos resultados desde hace años.
Al respecto, las autoridades francesas ya han invertido unos 1.400 millones de euros en sanear este torrente que atraviesa la capital. Sin embargo, las abundantes lluvias de los últimos meses continúan afectando su salubridad.
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Una gran hazaña
En este contexto, y tras un reciente anuncio de que los parámetros ya lograron estar dentro de los límites autorizados para la competición, es que la funcionaria, equipada con un traje de neopreno, se sumergió y nadó durante algunos minutos. Según sus palabras se trató de una experiencia “fabulosa” y detalló que la temperatura del agua era agradable, estimándose en 20 grados.
Con este gesto, la ministra se adelantó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien se comprometió a bañarse en el Sena este 17 de julio para demostrar su compromiso con los atletas olímpicos.