Madrid va camino de convertirse en la primera gran capital europea que revierte sus planes de transformar la ciudad en zona de bajas emisiones, programa que salvó a España de sanciones por parte de la Unión Europea y que el nuevo alcalde de la ciudad pretende derribar.
La nueva administración pretende eliminar el plan que restringe en Madrid Central el tráfico de vehículos, con excepción para residentes, transportes públicos y los vehículos menos contaminantes. Anunciaron que desde el 1 de julio se dejará de multar a quienes incumplan la, ahora antigua, restricción. El pasado mes el colectivo Ecologistas en Acción publicó un informe donde aclaraba que durante el año pasado los contaminantes en la región fueron los más bajos desde 2010, fecha en que se iniciaron las mediciones.
Fuente, Sputnik