En el marco de un nuevo encuentro del G20, realizado en la ciudad de Río de Janeiro, el actual mandatario de Brasil, Lula da Silva, realizó un llamamiento a los países desarrollados del grupo para que adelanten sus objetivos de neutralidad climática de 2050 a 2040 o 2045.

En concreto, el funcionario remarcó que «Sin asumir sus responsabilidades históricas, las naciones ricas no tendrán credibilidad para exigir ambición a los demás».

Además, el mandatario hizo una mención sobre la Convención sobre Cambio Climático, Biodiversidad y Desertificación (realizada también en Río de Janeiro, pero en 1992), y remarcó que, tres décadas después, atravesamos el año más caluroso de la historia, «con inundaciones, incendios, sequías y huracanes cada vez más intensos y frecuentes».

Aunque reconoció que a raíz de esos encuentros se evitó que el escenario fuera aún peor, el político señaló que es necesario «hacer más y mejor».

Los objetivos de Lula para el futuro

Por su parte, Lula indicó que dará inicio a un «ambicioso objetivo», el cual es reducir las emisiones en 2035 entre un 59 y un 67 % en comparación con 2005.

También mencionó que Brasil cuenta con «una de las matrices energéticas más limpias del mundo», que tiene un 90 % de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, e indicó que la reducción de sus emisiones provendrá principalmente de la caída de la deforestación, que «será erradicada para 2030».

Finalmente, el funcionario remarcó que quieren «que el mundo reconozca el papel que desempeñan los bosques y valore la contribución de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales».

Alemania busca ayudar a los más pobres en la lucha contra el cambio climático

Ministro alemán garantiza 210 millones de euros para el clima pese a crisis.
Ministro alemán garantiza 210 millones de euros para el clima pese a crisis.

Durante la Conferencia sobre el Clima (COP29) que se desarrolla en Bakú (Azerbaiyán), el ministro de Economía y Ambiente alemán, Robert Habeck, anunció ayudas millonarias para adecuar la industria de los países pobres a los estándares ambientales. En concreto, serán 221 millones de dólares que provendrán del presupuesto ya acordado para este año.

Según destacó, otros países que se manifiestan en la misma línea y que apoyarán económicamente esta transición son el Reino Unido y Canadá. En total, mencionó que el proyecto implica compromisos de hasta 1.300 millones de dólares.

Sin embargo, Habeck subrayó que las economías emergentes ricas como China, Arabia Saudí y Catar deben contribuir también, y los calificó como los “grandes especuladores del petróleo, el carbón y el gas en las últimas décadas”. En ese sentido, declaró que esos “beneficios extraordinarios” que obtuvieron de los combustibles fósiles deberían ser utilizados “para proteger mejor a quienes sufren el calentamiento global”, lo que consideró una “lógica muy coherente”.