Hace 200 años que la remota isla Marion convive con estos animales. Los ratones fueron introducidos accidentalmente y, en el último tiempo, su reproducción se ha descontrolado y avanzado de manera acelerada.

Los científicos especulan que esto podría ser obra del cambio climático. Asimismo, advierten que están causando un grave daño al ecosistema, que posee una biodiversidad única, debido a sus hábitos alimenticios que incluyen el consumo de aves. 

Ante este panorama, activistas climáticos plantean una solución extrema: el exterminio masivo mediante veneno esparcido por helicópteros. Este plaguicida debería ser lanzado sobre los 297 kilómetros cuadrados del territorio para lograr el éxito. De hecho, temen que si sobrevive un solo ratón preñado el proyecto fracase.

Menos ratones y menos extinciones

Si logran dar inicio a la iniciativa “Marion Libre de Ratones”, se tratará de la mayor erradicación de este tipo en la historia. Los expertos consideran que se trata de un control crucial para la ecología del territorio sudafricano. 

Cabe destacar que la isla se encuentra deshabitada por seres humanos, pero sí alberga a casi 30 especies de aves y conserva un extraño hábitat, prácticamente intacto, para los albatros errantes. 

Los últimos informes vinculados al estado de los ratones, advierten que sus poblaciones han aumentado enormemente debido a que la región ha experimentado cambios, convirtiéndose de una isla fría a un hogar cálido, seco y hospitalario para estos animales.

 Los ratones pueden comerse a los albatros sin ningún impedimento.
Los ratones pueden comerse a los albatros sin ningún impedimento.

Roedores por todos lados

Explican que se trata de ejemplares cuya capacidad de reproducción inicia a los 60 días de nacidos, y que cada hembra puede tener entre siete u ocho crías y hasta cinco camadas por año. 

En ese sentido, la magnitud y frecuencia con la que los ratones se alimentan de aves marinas también ha ido en aumento respecto a los primeros documentos del 2003. Sin embargo, estas no han desarrollado aún mecanismos de defensa para protegerse de estos depredadores; tanto así que permanecen sentadas mientras las mordisquean seres 10 veces más pequeños que ellas. 

Los conservacionistas concluyen que si no se hace nada en el corto plazo, 19 especies desaparecerán dentro de 100 años.