Un estudio elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, y difundido recientemente por el medio científico Environment International, establece una estrecha relación entre vivir en barrios con más espacios verdes y la salud respiratoria en la niñez.

La investigación

Para dar con esta conclusión los especialistas analizaron datos de al menos 35 mil menores de 12 años, todos ellos procedentes de ocho países europeos. Asimismo, las evaluaciones incluyeron pruebas de espirometría para medir la función de los pulmones.

Los resultados también demostraron que la exposición a la naturaleza no es vital durante el embarazo, pero si muy importante en las primeras etapas de crecimiento. Explican que estos entornos no sólo se vinculan a una mejor calidad del aire, sino que promueven la actividad física y reducen el estrés. Está comprobado que ambos aspectos mejoran el desarrollo pulmonar y previenen enfermedades.

Más que espacios verdes

Por otra parte, los entornos naturales disminuyen la exposición a los típicos alérgenos urbanos, lo que otorga una mejor calidad de vida. Este efecto positivo se observó en todos los niveles socioeconómicos, aunque fue más pronunciado en familias con mayor poder adquisitivo.

El nuevo informe viene a complementar otra red de análisis que plantean un cambio en el estilo de vida y de crianza para las personas. Este no es el primer estudio que evalúa cómo afecta la calidad del aire en los infantes; de hecho hay varias investigaciones que sostienen que vivir en espacios verdes tiene un impacto positivo en la salud respiratoria.