A lo largo de la historia, la vida en la Tierra fue marcada por eventos catastróficos que han dado forma al curso evolutivo de las especies durante millones de años.
La última extinción masiva, además de ser la más conocida, se produjo entre el Cretácico y el Terciario, durante la cual desapareció la mayoría de los dinosaurios, reptiles marinos y una parte considerable de fauna y flora, y permitió la posterior diversificación de aves y mamíferos.
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Pero también existen otros cuatro sucesos que son comparables, las cuales son la del Pérmico, conocida como ‘la Gran Mortandad’, la del Devónico y la del Ordovícico-Silúrico, la más antigua de todas.
El suceso mas grave
El mayor desastre ambiental del que se tiene constancia es el Gran Evento de Oxidación, que a diferencia de otros eventos masivos, se produjo de manera gradual, no repentino. Se estima que comenzó hace entre 2400 y 2050 millones de años, y durante millones de siglos, el oxígeno se fue acumulando hasta llegar a los niveles que nos resultan cotidianos, hace entre 540 y 850 millones de años.
Todavía no ha ocurrido otro evento en la historia de la vida que haya transformado la atmósfera de una forma tan masiva, y mucho menos, permanente. Ya que hasta ese entonces, la vida en la Tierra se había desarrollado sin dependencia del oxígeno, es por ello que la misma se vio amenazada por este nuevo elemento, y la crisis derivó en una reducción masiva de la biodiversidad.
El resultado final de este cambio atmosférico fue la desaparición de la mayor parte de los organismos quimiosintéticos y fermentadores a causa de la toxicidad del oxígeno.