El cóndor andino, ha sumado una nueva amenaza para su extinción: los agroquímicos. Usados en la agricultura industrial de la pampa húmeda, los plaguicidas se han extendido también por Los Andes convirtindosé en una trampa mortal para esta ave carroñera.
Trece ejemplares de cóndor fueron hallados sin vida en los últimos días en la provincia patagónica de Neuquén y otros diez en la de Santa Cruz.
Las organizaciones ecologistas han registrado 90 muertes de esta especie en sólo un año y medio en Argentina, según Luis Jácome, presidente de la Fundación Bioandina.
La mayoría de los ejemplares eran adultos, por lo que sus crías también morirán y habrá que esperar a que los juveniles crezcan para seguir reproduciéndose. El cóndor, que puede llegar a vivir hasta los 70 años, pone uno o dos huevos cada dos años y los pichones no alcanzan la edad fértil hasta los nueve o diez.
Fuente, El País.