Chamarrita, quien ayer fue liberado en la Reserva “El Potrero”, pertenece a esta especie que a través de los años ha formado parte de distintas mitologías de tobas, guaraníes y criollos. Este suceso forma parte del programa de reintroducción de estos animales en la provincia, territorio donde ya casi no tienen presencia.
La historia del aguará guazú en Entre Ríos
La historia conocida de este ejemplar comienza el 28 de octubre de 2023 por la mañana, en el barrio Los Gobernadores de la ciudad de Paraná, donde el animal se encontraba herido e intentaba protegerse de los perros que lo acorralaban. Afortunadamente, los vecinos dieron aviso a la Dirección de Prevención de Delitos Rurales (Brigada Paraná), quienes acudieron, pudieron rescatarlo y notificaron que presentaba una fractura.
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En la actualidad, la especie -conocida también como “zorro grande”, “Kalak”, “perro alto” o “lobo de crin”-, perdió progresivamente su territorio debido a que el desarrollo de los cultivos dejaron a un lado a los humedales y pastizales, el territorio natural de este mamífero, entre muchas otras causas.

Las curiosidades de la especie
El aguará guazú es considerado el cánido más grande de América y el “padre de los perros”; es tímido y solitario, aunque amigable. Dentro de la cultura criolla se lo asocia con la leyenda del lobizón, una criatura del folklore argentino: el séptimo hijo varón que se transforma en un ser mitad humano, mitad bestia, en las noches de luna llena.
La Reserva “El Potrero” se encuentra a pocos kilómetros de Gualeguaychú, y cuenta con alrededor de 18.000 hectáreas de naturaleza en estado puro. Según la propietaria Azul García Uriburu, su objetivo es “contribuir a formar personas empáticas, que amen y respeten la vida en todas sus formas, que comprendan que nuestras decisiones y acciones importan y que, si las sumamos, pueden cambiar el mundo”.