Se prevé que esta nueva área marina protegida de Canadá será un refugio para la fauna silvestre mientras otras partes del Ártico se enfrentan a la inestabilidad.
En Tuvaijuittuq, el hielo nunca se derrite. Paul Okalik, asesor de conservación ártica en el World Wildlife Fund y ex primer ministro de la provincia canadiense de Nunavut, afirma que Tuvaijuittuq es “un lugar único en la Tierra”.
Ahora, el extremo norte de la región ártica canadiense conservará su estado prístino gracias al acuerdo al que han llegado el gobierno canadiense y la Qikiqtani Inuit Assocation (QIA).
«Detener cualquier nueva actividad humana ayudará a garantizar que el hielo que nunca se derrita siga siendo fiel a su nombre», declaró Justin Trudeau, primer ministro canadiense, en una conferencia de prensa en la ciudad de Iqaluit, en Nunavut.
Las definiciones de Área Marina Protegida (AMP) varían según el país. En Canadá, este nombramiento impedirá la minería, la extracción de gas y petróleo, los vertidos y la pesca de arrastre en estas aguas. La normativa de las MPA canadienses es nueva y se publicó el pasado abril tras recibir recomendaciones oficiales de un grupo de expertos.
Los ambientalistas afirman que proteger esta región de las actividades industriales la convertirá en un refugio para morsas, osos polares, focas y narvales ante la creciente inestabilidad del hielo ártico.
El gobierno canadiense crea estas AMP sometiendo a la región escogida a un periodo de protección provisional mientras finaliza las condiciones del espacio protegido. Además del plan para conservar Tuvaijuittuq, Trudeau también anunció oficialmente la fundación del área de conservación marina nacional Tallurutiup Imanga.
Además de mantener a la industria fuera de las aguas prístinas, el gobierno canadiense creará empleos en áreas como investigación y recopilación de datos y construirá infraestructuras muy necesarias, como muelles.
El cambio climático está provocando más calentamiento en el Ártico que en ningún otro lugar del planeta y el hielo antaño estable está desprendiéndose. Se ha desprendido tanto hielo que ha generado preocupación por que se avecine una nueva Guerra Fría en la punta del planeta, pero esta vez por el control de las aguas antaño intransitables para grandes buques.
Fuente, National Geographic