Keisuke Matsuo, portavoz de TEPCO, la operadora de la planta, confirmó que el valor analizado es igual a la concentración calculada, y que el mismo está por debajo de 1.500 Bq/L(bequerelios por litro, una medida de radioactividad). La normativa nacional de seguridad es de 60.000 bq/l.
Autoridades japonesas iniciaron este jueves el vertido al océano Pacífico de más de un millón de toneladas de agua depurada procedente de la planta de Fukushima, que quedó devastada por el terremoto y posterior tsunami de 2011.
Esta descarga de agua, que equivale a cerca de 540 piscinas olímpicas, es un paso significativo para desmantelar la central que, aún a doce años del hecho, sigue siendo muy peligrosa.
El vertido ya fue autorizado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OIEA), que a su entender se adecua a «las normas internacionales de seguridad», es por ello que dio el visto bueno a la limpieza y supervisa el proceso.