Las aves presentan los mismos síntomas de estrés crónico y agudo que los seres humanos, debido a la «desregulación» de la vida y los hábitats de esas especies, revela un estudio difundido por la Universidad de Colorado en Boulder.
El reporte, basado en tres temporadas de observación de tres especies de pájaros en Nuevo México, afirma que cuando estas aves quedan expuestas a ruidos constantes en su ambiente, como operaciones de gas y petróleo, los ejemplares adultos o en desarrollo muestran “señales fisiológicas” de estrés, tales como pérdida de peso y de aptitud física.
Los investigadores explicaron que aquellos pájaros con nidos en las zonas de mayor ruido presentaron niveles más altos de lo habitual de corticosterona, la hormona que en varias especies regula la energía corporal y la respuesta al estrés; en los humanos, su equivalente es la cortisona u “hormona del estrés”. Y como resultado del estrés, los pájaros adultos pierden peso y los jóvenes no producen plumas.
El ruido constante de maquinarias impide que los pájaros escuchen las llamadas de otros de la misma especie, por lo que no pueden determinar si hay o no depredadores cerca del nido.
Fuente: hemisferios.info/Efe Verde