A una semana de abrir las puertas de la COP30 en Belém, Brasil, el medio Infobae compartió un repaso de los temas tratados hasta el fin de semana. En cuanto al evento, éste cuenta con la participación de más de 50.000 delegados de casi 200 países, quienes estarán reunidos hasta el 21 de noviembre para debatir cuestiones vinculadas a la urgencia climática.
El documento destaca la ubicación del encuentro: la selva amazónica, uno de los pilares para el equilibrio ecosistémico y centro de las negociaciones globales.
¿Qué pasó hasta ahora en la COP30?
Según detallan, las primeras discusiones se dieron en torno a la descarbonización y el avance de las tecnologías sostenibles. Al respecto, países de Latinoamérica y la Unión Europea crearon la Coalición Abierta de Mercados Regulatorios de Carbono, una alianza que busca establecer una base común y estándares globales. De ella participan 18 naciones.
Este sistema internacional permite que los gobiernos, las empresas y las organizaciones puedan vender o comprar permisos para producir dióxido de carbono, limitando así la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten globalmente. También incluye proyectos de absorción, como la reforestación, que habilitan la creación de más créditos. La intención es que estas transacciones ayuden a compensar los excesos, y a financiar acciones sostenibles. En el ámbito tecnológico, representantes de Brasil, Canadá, Italia, Japón y Países Bajos reafirmaron su compromiso de “cuadruplicar los combustibles sostenibles”.
Paralelamente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente anunció el inicio de la fase de implementación del “Trabajo Conjunto Contra el Calor Extremo”, una iniciativa internacional adoptada por 185 ciudades. Ésta promete articular esfuerzos entre gobiernos, organismos y la sociedad civil para enfrentar los riesgos crecientes asociados a las olas de calor. El plan comprende estrategias para impulsar la adaptación en las urbes y ampliar el acceso a la infraestructura, entre otras.

Más iniciativas
También se presentó la Declaración de Belém, un texto que reúne las metas ambientales, económicas y sociales para transformar el escenario global y acelerar la transición hacia modelos más sostenibles. Asimismo, prevé mecanismos de apoyo financiero y técnico y procura la armonización de políticas. Este escrito es respaldado por 35 países y promete sumar firmantes para una industrialización verde.
En términos de educación, se incluyó por primera vez la temática de la integridad en la información con una declaración impulsada por la Iniciativa Global homónima sobre el Cambio Climático. La misma establece compromisos para frenar la propagación de desinformación y garantizar la disponibilidad de datos precisos, confiables y basados en evidencia.
Finalmente, la cultura y la visión de los pueblos originarios adquirieron un nuevo espacio significativo en la estructura de negociación de la conferencia. En ese sentido, sostuvieron que su presencia democratiza este tipo de encuentros y permite incorporar nuevas perspectivas para la resiliencia.
- Quizás te pueda interesar: «COP30: Brasil cuestionó a quienes niegan el cambio climático«.
Las autoridades sanitarias también resaltaron el lanzamiento del Plan de Salud de Belém, que incorpora la vigilancia, la equidad y el fortalecimiento de capacidades como ejes articuladores.
En cuanto al desarrollo de las negociaciones, funcionarios brasileños informaron que se autorizó la discusión de dos paquetes de decisiones: uno centrado en los temas mandatados por el Acuerdo de París y otro dedicado a cuestiones adicionales, tal como consignó el sitio oficial de Naciones Unidas. Brasil asumió la responsabilidad de presentar el borrador del primer paquete, cuya aprobación se prevé para mediados de semana.