Según la especialista Isabel Studer, Directora de The Nature Conservancy en México y Centroamérica, el ser humano debe transitar hacia las ciudades biofílicas, aquellas que incorporan la naturaleza en su planeación y que resultan necesarias para mantener una salud mental cada vez más afectada por urbes en las que domina el cemento.
El reciente estudio “El alma verde de la jungla de concreto”, enfatiza que tan solo 13% de la población mundial que vive en ciudades tiene proximidad con la naturaleza.
El mencionado estudio destaca que la falta de zonas verdes podría desencadenar situaciones de estrés, psicosis, déficit de atención, depresión y obesidad, problemáticas que no siempre son tomadas en cuenta al hablar de los efectos nocivos de las grandes urbes.
Fuente, EFEverde.