Los seres humanos pueden ser la causa principal del aumento de la temperatura global, pero también pueden ser un factor crucial para ayudar a reducirla. A partir de la psicología social y la ciencia del clima, el nuevo modelo investiga cómo evolucionan los cambios en el comportamiento humano, en respuesta a eventos climáticos extremos y afecta el cambio de temperatura global.

El modelo explica las retroalimentaciones dinámicas que ocurren naturalmente en el sistema climático de la Tierra: las proyecciones de temperatura determinan la probabilidad de eventos climáticos extremos, que a su vez influyen en el comportamiento humano.

Los cambios en el comportamiento humano, como la instalación de paneles solares o la inversión en transporte público, alteran las emisiones de gases de efecto invernadero, que cambian la temperatura global y, por lo tanto, la frecuencia de eventos extremos, lo que lleva a nuevos comportamientos y el ciclo continúa, según un comunicado del Instituto Nacional de Síntesis Matemática y Biológica.

Debido a la complejidad de los procesos físicos, los modelos climáticos tienen incertidumbres en la predicción de la temperatura global. El nuevo modelo encontró que la incertidumbre de temperatura asociada con el componente social era de una magnitud similar a la de los procesos físicos.

El modelo descubrió que los cambios de comportamiento a largo plazo y menos reversibles, como el aislamiento de viviendas o la compra de automóviles híbridos, tenían el mayor impacto en la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y reducían el cambio climático, en comparación con ajustes a corto plazo, como el ajuste de termostatos o conducir menos kilómetros.

Fuente: Europapress