La madera podría ser un material clave para la lucha contra el calentamiento global. Según los cálculos, el mismo nos puede llegar a ahorrar 106.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, si el 90% de la población urbana se alojara en edificios de media altura construidos por tablones de madera para el 2.100.

El estudio de Nature muestra cómo reemplazando el hormigón y el acero por madera nos ahorraríamos gran cantidad de CO2. Según los últimos informes publicados por el Banco Mundial, se estima que en la actualidad el 55% de la población mundial vive en núcleos urbanos, y esta es la tendencia para el futuro.

Una de las advertencias que tiene esta propuesta es que propone una mayor tala de arboles, aunque ya se propuso que hay que preservar los bosques vírgenes. Igualmente, los ambientalistas declararon que las plantaciones de bosque tienden a presentar una biodiversidad más pobre, además de que esto favorece a que sucedan futuros incendios y plagas.

Otro de los desafíos que tiene por delante esta iniciativa es que, si bien el material tiene grandes beneficios como el almacenamiento y la reducción de la huella de CO2, la misma presenta un factor negativo como es que este material es inflamable. Por lo tanto, los especialistas ya están buscando soluciones.