Con el objetivo de contribuir a la causa, algunas de las empresas más renombradas dedicadas a la Inteligencia Artificial publicaron recientemente un estudio sobre cómo combatir el cambio climático mediante el aprendizaje automático, una disciplina dentro de ese campo.
El estudio ofrece hasta 13 áreas en las que podría aplicarse el aprendizaje automático, entre ellas la producción energética, la retirada de dióxido de carbono (CO2), la educación, la geoingeniería solar y las finanzas. Dentro de estos sectores, las posibilidades incluyen edificios con más eficiencia energética, la creación de nuevos materiales con pocas emisiones carbono, la mejor vigilancia de la deforestación y un transporte más verde.
Fuente, National Geographic