El logro de los objetivos climáticos globales dependerá del desarrollo de los países emergentes.
Uruguay lidera el uso de energías renovables en Sudamérica. China no sólo encabeza la implantación de estas energías limpias a nivel mundial, sino que, favorecido por su demanda interna, se ha convertido en el mayor productor y exportador de tecnología de renovables.
Ambos comparten una estrategia común que les acerca: su decidida apuesta por las energías renovables.
El potente ejemplo de Uruguay y la relevancia de China, como generador y consumidor de energía, convierte a ambos países en referencias para el futuro de estas fuentes de energía limpia.
Una referencia relevante porque es una energía llamada a cubrir el aumento de demanda energética en los próximos años. La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda aumentará un 30% desde hoy hasta 2040, lo que equivale a añadir otro China e India a la demanda energética mundial, y lo hará sobre todo en los países emergentes.
Tanto, que un tercio de la capacidad mundial de energía generada a través del viento y el sol está instalada en China, que es también responsable del 40% de la inversión global en coches eléctricos como parte de su apuesta por el desarrollo de tecnologías menos contaminantes.
El presidente chino, Xi Jinping, hizo un llamamiento a la «revolución energética» en su discurso de principios de este año en el Foro Económico Mundial en Davos.
Habló también de la «lucha contra la contaminación», y resaltó que la transición hacia un modelo económico, basado más en servicios, está guiando al sector energético chino en una nueva dirección: electricidad generada a partir de gas natural y tecnologías limpias altamente eficientes.
Fuente: hemisferios.info/ Noticias ambientales