La contaminación de la Comunidad de Madrid acarrea una paradoja para la salud de las personas: las zonas verdes, supuestamente con una calidad de aire limpia y libre de humos, sufren un pico de ozono troposférico en la época más calurosa del año, consecuencia directa del dióxido de nitrógeno de la ciudad.

Ese nivel de ozono troposférico se disparó durante 63 días y las instituciones no avisaron. No es un problema menor, los estudios afirman que hay una mortalidad anual de 500 personas en toda España que son atribuibles a este compuesto.

Ecologistas en Acción pide a las administraciones que informen a los ciudadanos en cualquiera de los umbrales potencialmente peligrosos para las personas por medio de colocación de paneles, como los que se usan para las incidencias del tránsito. Sin embargo, no tienen éxito.

Fuente El País.