El Instituto de Política Ambiental Europea (IEEP) lanzó un nuevo informe donde asegura que los efectos del calentamiento global, junto con las prácticas agrícolas insostenibles, podría resultar en la merma de productos de cocina como las aceitunas, el trigo y las papas. Estas advertencias hacen foco en 5 países de la región: España, Francia, Polonia, Alemania e Italia. 

Para ejemplificar la problemática usaron datos de la cosecha de olivos en el 2022, que se trató de la más baja desde principios de siglo. Ese año la industria española fue la más afectada, encareciendo aún a fecha de hoy los aceites de ese origen. A esta situación se le suma las malas previsiones para este año, que apuntan a una reducción del 20,6 % en el trigo. 

¿Qué sucede con la cocina europea?

Los expertos estiman que las temperaturas, el calor extremo, las sequías y las lluvias torrenciales fueron y siguen siendo factores determinantes para los cultivos. 

La situación es tan alarmante que varios chefs, como Juan Monteagudo –estrella Michelin-, han expresado que temen que “la dieta mediterránea podría desaparecer si no se toman medidas conjuntas”. Parte de sus inquietudes se relacionan con la pérdida de la comida como patrimonio cultural.

En ese sentido, han armado un comunicado conjunto en el que expresan la necesidad de que los consumidores también comiencen a elegir productos más respetuosos con el ambiente. Sin embargo, reconocen que esta podría no ser una elección para muchas personas por cuestiones económicas. Es por ello que apelan a la “responsabilidad ciudadana” y a un mejor aprovechamiento de los alimentos, donde se evite el desperdicio. 

También apuntan a que los Estados se comprometan para mejorar las infraestructuras y a ayudar a los pequeños comerciantes de frutas y verduras. 

Cambios con mira al futuro

Por su parte, el Instituto de Política Ambiental sugiere la plantación de setos, la creación de paisajes más diversos y la protección de la Naturaleza actual para mejorar la retención de agua en los campos y protegerlos de la sequía. También proponen crear hábitats más amenos para los polinizadores.