Científicos de la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil revelaron un impactante fenómeno que está afectando a las especies costeras. Según detallan, un grupo de 13 tiburones salvajes dieron positivo a cocaína. 

Los niveles de esta droga, hallados en los tejidos musculares y hepáticos, son hasta 100 veces mayores que los arrojados por otros animales marinos. Cabe destacar que los ejemplares analizados corresponden a la especie “puntiagudos” y fueron capturados cerca de Río de Janeiro. Por otra parte, se trataba de peces jóvenes y adultos pequeños con una medida de aproximadamente 52 centímetros de largo. 

¿Qué hay detrás de la cocaína?

Los expertos estiman que el principal motivo de esta contaminación podría ser los laboratorios ilegales, aunque no descartan otras vías, como por ejemplo: las descargas de aguas residuales humanas de viviendas donde se consume este producto.

Sobre este último punto, advierten que la infraestructura para el tratamiento de efluentes en el país es deficiente, permitiendo que los fármacos expulsados por la orina lleguen fácilmente al océano.

Conclusiones

Este es el primer estudio en documentar esta problemática y aún no se pudieron determinar las consecuencias específicas que podrían sufrir estos animales por la exposición. Sin embargo, las especulaciones sugieren que los efectos pueden ser similares a los que sufren las personas, incluyendo secuelas fisiológicas nocivas. 

Al respecto, los científicos insisten en que los tiburones no son las únicas víctimas, y mencionan a otras especies, como los crustáceos. En ese sentido, hacen especial énfasis en que se trata de animales consumidos por los humanos, tanto en Brasil como en otros países. 

En cuanto a la cocaína, su producción y compra va en aumento en la región sudamericana; de hecho, el 22 % de sus consumidores viven allí. Al respecto, Brasil se posiciona como el segundo mayor mercado.