A fines del año pasado, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15) se promovió el «pacto de paz con la naturaleza» con el motivo de detener la pérdida de biodiversidad hasta 2050.

Sin embargo, las proyecciones no tuvieron en cuenta la magnitud del desfase temporal detectado en la investigación. En resumen, el especialista Richard Cornford, zoólogo del Museo de Historia Natural de Londres, junto con sus colegas, expresaron que: «queda poco tiempo para llevar a cabo las acciones integradas para lograr este objetivo”.

Estos hallazgos implican que no veremos las consecuencias globales de los cambios actuales hasta dentro de al menos una década, y mientras tanto seremos testigos de los efectos del uso del suelo y el cambio climático ya fijados en el pasado sobre la abundancia de las especies.

Este trabajo demuestra que las especies de mayor tamaño suelen mostrar retrasos ecológicos más largos que las pequeñas, por ello, dentro de 10 años comenzaremos a ver las repercusiones en estas últimas.

Igualmente, los investigadores confirmaron que es posible que ni siquiera los esfuerzos radicales de restauración de la tierra logren poner fin al declive de las poblaciones para 2030.